Sinopsis
1912 es el año correspondiente a este séptimo volumen de los artículos de G.K. Chesterton. Año del hundimiento del Titanic; del setenta aniversario del semanario londinense The Illustrated London News para el que escribió entre 1905 y 1936; año del escándalo Marconi, que puso en jaque a David Lloyd George, Chancellor of the Exchequer (equivalente al ministro de Hacienda, en Inglaterra); año de la publicación de su revitalizadora novela Manalive, así como de la publicación del conjunto de ensayos The Great State de H. G. Wells, con quien continuará sus divertidas, inteligentes y lúcidas discusiones... sin olvidar a un contrincante habitual: el dramaturgo George Bernard Shaw. 1912, el año en que Chesterton funda The Players' Club, una compañía teatral, y cuando comienza a construir su estudio en Beaconsfield. Los intereses de Chesterton son muchos, pero su mirada no es dispersa sino precisa, rebosante en ingenio y humor hasta la hilaridad, a la vez que elegante y erudita, una mirada que parece no dejar nada fuera de su campo de visión: las feministas y la discusión sobre quiénes debían tener prioridad en las barcas de salvamento cuando el naufragio del Titanic; los intelectuales y la opinión pública; la apatía de la sociedad y los fundamentos del Estado; los legisladores y aquellos proyectos de ley que carecen de principios precisamente porque los políticos se ponen de acuerdo «sobre el principio» de tal proyecto; la literatura de Tolstoi, Dickens, Dostoievski, Byron, Wilde, entre otros; y la estupidez de la gente culta, esa que dice Chesterton se encuentra «en la gente próspera e incluso poderosa (...). Y la señal de esta estupidez, en todos los casos, es una total irreflexión; la costumbre de empezar una frase sin saber o preocuparse de cómo va a terminar».