La abuela tiene enredos en la cabeza. Dice que tiene un ovillo de lana largo y
deshecho, donde no encuentra el principio y el final.
Saluda, sonríe, trabaja y escucha... pero no puede hablar de ella.
- ¡No veo más que enredos! -contesta si le pregunto por el abuelo.
-¡Me lío con tanto hilo! - dice cuando piensa en su pueblo.