Sinopsis
«La vida no es como en las peli´culas, donde todos se arropan en la tragedia. En la vida real hay muchas sillas vaci´as, hay silencios que duelen ma´s que cualquier palabra y hay cumplean~os en los que no suena el tele´fono. Hay heridas, abandono, enfermedades, traumas. Hay noches sin dormir, di´as sin sentido, relaciones rotas, fracasos, humillaciones. Y dolor, mucho dolor».
Si esta´s atravesando un momento de dolor que no entiendes, no lo entierres sin ma´s. No te lo tragues sin digerir. Mi´ralo. Ponle nombre. Ofre´celo. Deja que Jesu´s
entre ahi´, no para borrarlo, sino para transformarlo, como hace con todo lo que toca. E´l esta´ contigo en la oscuridad, dentro de tu celda, en tu propio Getsemani´. E´l
llora contigo y te mira con ternura, sin exigencias. E´l entiende tu cansancio, tu rabia, tu deseo de rendirte.
E´l, que murio´ por ti, vive ahora contigo. E´l, que extendio´ sus brazos en la cruz, abrazando todo el dolor del mundo y venciendo a la muerte, ha obtenido la victoria sobre el sufrimiento. Por eso tu´, ahora, y con E´l, puedes vencer
tus pequen~as muertes cotidianas —la del rechazo, la del abandono, la de la depresio´n, la del miedo, la del pecado — y comprender que tu dolor no es un error ni una maldicio´n, sino el lugar donde Dios quiere encontrarse contigo para amarte como nunca te han amado.